sábado, 21 de agosto de 2010

El sol explota globos

Explotando globos  con la luz del sol

Material
- unos globos de colores,
- una lupa y
- la luz del sol.
Procedimiento
Llenamos los globos de aire y con la lupa concentramos la luz del sol sobre su superficie. Vemos que los globos de colores explotan en pocos segundos pero el globo blanco no explota.
La razón de este diferente comportamiento se debe a que el globo blanco refleja toda la luz que recibe, mientras que si el globo es de color rojo refleja la luz roja y absorbe los demás componentes de la luz blanca. La luz absorbida por el globo rojo provoca un aumento de temperatura en esa región, suficiente para romper el globo y producir la explosión.







Encender fuego con hielo De pequeño me gustaba ver como mi hermano encendía el cigarrillo con un cristal de aumento. Colocaba el cristal bajo los rayos del sol, enfocaba la brillante manchita al extremo del cigarrillo y éste empezaba a echar una columnita azulada de humo, ardía. 



Figura 52

-Pues: sabes -me dijo mi hermano un día de invierno-, el cigarro puede encenderse también con hielo. 
-¿Con hielo? -me asombré yo. 
-Lo que enciende, como es natural, no el hielo, sino el sol, pero el hielo concentra sus rayos lo mismo que este vidrio. 
-¿Y tú quieres hacer un vidrio de hielo, para encender? 


Figura 53

-De hielo ni yo ni nadie puede hacer un vidrio. Pero una lente de hielo con la que se pueda encender fuego, podemos hacerla. 
-Y, ¿qué es una lente? 
-La forma que le daremos al hielo, como la de este vidrio, parecida a la de una lenteja: redonda, convexa, gruesa en el centro y delgada en los bordes. 
-¿Y encenderá? 
-Claro que encenderá. 
-¡Pero si estará fría! 
-Eso no importa. Si quieres, probamos. 
Lo primero que hizo mi hermano es decirme que trajera una jofaina. La traje y él la desechó. 
-Esta no sirve: ves, tiene el fondo plano. Tiene que tener el fondo curvo. 
Cuando traje la otra jofaina, mi hermano echó agua limpia en ella y la puso a que se helase: 
-Déjala que se hiele hasta el fondo; entonces tendremos una lente de hielo: por una parte será plana, y por la otra, convexa. 
-¿Y tan grande? 
-Cuanto más grande sea, mejor: más rayos solares recogerá en un punto. 
AL día siguiente por la mañana corrí a ver nuestra jofaina. El agua se había helado en ella hasta el mismo fondo. 
-Va a ser una lente estupenda -decía mi hermano, dándole golpecitos con el dedo al hielo-. Saquémosla de la jofaina. 
Esto resultó ser cosa fácil. Mi hermano metió la jofaina helada en otra, que tenía agua caliente, y el hielo se derritió pronto junto a las paredes. Sacamos la jofaina con el hielo al patio y pusimos la lente sobre una tabla. 
-Hace buen tiempo -dijo mi hermano, entornando los ojos al sol-. El más a propósito para encender. Ten el cigarro. 
Yo sostuve el cigarrillo y mi hermano cogió la lente con ambas manos y la volvió hacia el sol, de modo que él mismo no le daba sombra. Tuvo que hacer no pocas tentativas hasta que consiguió dirigir la marchita brillante de la lente al cigarrillo. Cuando la marchita se detenía en mis manos, yo sentía lo caliente que era. Yo no dudaba de que el hielo encendería el cigarrillo. 
Y, en efecto, cuando la marchita cubrió el extremo del cigarrillo y se mantuvo allí cosa de un minuto, éste empezó a arder y a echar humo azulado. 
-Ves, lo hemos encendido con hielo -dijo mi hermano, llevándose a la boca el cigarrillo encendido-. Así puede encenderse una hoguera, sin cerillas, aunque sea en el mismo polo, si es que hay leña.